Historia y empresa
Nuestra historia se remonta a los años 20, cuando decenas de fábricas de jabón surgieron en la provincia de Castellón, y centenares en todo el territorio nacional. En la actualidad Jabones Beltrán somos la única fábrica en activo de producción de jabón tradicional que, con carácter familiar, alcanza el centenario en toda España.
Los orígenes
Antiguos diarios familiares muestran que el inicio de la experimentación con el jabón se remonta al año 1908. Aquel año Mariano Beltrán Ferreres y María Beltrán Gimeno regentan un bar en Xert, Castellón. La familia Beltrán empieza a hacer las primeras pruebas de jabón en la misma vivienda. Esta actividad adquiere una progresiva importancia y finalmente se convierte en el proyecto principal de la familia cuando registran en mayo de 1921 la matrícula industrial, bajo el nombre de Mariano Beltrán. En 1922 se publica el primer anuncio de la empresa y en 1924 ya trabajan en la empresa los tres hermanos de la segunda generación: Mariano, Práxedes y Manuel. Lorito y Beltrán fueron las dos primeras marcas registradas de la empresa (1927) en el Registro de la Propiedad del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria.
Los cambios en el país (la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la guerra civil y la dictadura franquista) no detienen la actividad. El conflicto bélico afectó de forma muy destacada a la producción del jabón, pasando a ser un bien muy preciado y escaso. A inicios de los años 40 la fábrica se traslada por primera vez a unas naves industriales en la misma localidad de Xert, y en 1945 se muda a la capital de provincia. Años después la compañía cambia su denominación a Beltrán Hermanos, actual nombre fiscal.
El desarrollo químico/industrial: el detergente y la lavadora
La llegada de los detergentes y la lavadora a partir de la década de los 50 cambia por completo las perspectivas del sector jabonero. Contrariamente a la gran mayoría de fabricantes de la época, la empresa castellonense decidió mantener las formas de producción del jabón artesanal. Se innovó con el jabón en escamas, jabón en polvo, y posteriormente jabón de coco líquido para lavadora pero se optó por mantener la filosofía original de la producción basada en el jabón natural hecho mediante saponificación de grasas y aceites (frente a los nuevos detergentes sintéticos). Joaquín Beltrán mantuvo la empresa como integrante activo en solitario de la tercera generación en una fase de cierto estancamiento de la compañía pero logrando hacer frente a la creciente y fuerte competencia internacional. A partir de los años 80, sus tres hijos: Joaquín, José Manuel y Juan Carlos se irían incorporando progresivamente a la empresa constituyendo la cuarta generación de jaboneros e iniciando con ello un importante proceso de mecanización de la producción.
La irrupción del sector ecológico
En 1992 la fábrica se traslada a la localidad de Almazora donde mantiene su sede actual. Con el cambio de siglo se fueron incorporando integrantes de la quinta generación, compuesta por Mara e Iris. La fábrica atravesaba momentos de dificultad por la pérdida de importantes ventas pero la creciente diversificación de productos y la convicción por mantener una producción sostenible permitió superar las dificultades. La creación de la marca Biobel hizo que Jabones Beltrán se convirtiera en 2011 en la primera empresa española en fabricar productos para la limpieza de la ropa con certificación ecológica. La apuesta por mantener la especialización en el jabón tradicional elaborado artesanalmente y combinarlo con innovadores ingredientes de origen natural ha estado en consonancia con la historia y filosofía de producción de la empresa y ha permitido consolidar el proyecto empresarial, que ya alcanza los 100 años de actividad ininterrumpida.
“El libro recoge los momentos más importantes de la historia del jabón en España a través de esta pequeña empresa familiar. Un recorrido de 100 años en el que cada década muestra un desafío, una adaptación al cambio y una unión familiar hasta alcanzar un hito reservado a pocas iniciativas empresariales: cumplir el centenario.” Editorial Dikynson.